viernes, 1 de julio de 2011

La irremediable particularidad del ser. (Una perspectiva sobre Tool).


“El universo es hostil, tan impersonal,
devorar para sobrevivir,
así es, así ha sido siempre…”




¿Habrá un video más retorcidamente atrayente que Schism de Tool? Bien, quizá lo haya, de hecho quizá existan demasiados, pero me atrevería a aseverar en éste caso la mezcla de los factores hace del producto algo tan particular como digno de atención.
Empecé a seguirle los pasos a Tool desde sus inicios, en los años 90. Cosas como el concepto visual tan característico de la banda, no sólo en cuanto a videos sino a sus apariciones en vivo, fueron agregando más y mejores ingredientes a este singular platillo. En medio de los oscuros riffs de guitarra; las letras de Keenan entre raras, complejas y en otras ocasiones excesivamente honestas para algunos; y la idea detrás de los videos (altamente influenciada por Adam Jones quien a su vez es guitarrista de la banda y especialista en efectos especiales); se va consolidando el concepto de unicidad de la banda que aún hoy continúa vigente pese a no ser un producto tan “musicalmente comercial “como otros.

Sin ser el tipo de agrupación que se encasilla en cierta temática a la hora de las líricas, se movieron desde lo contestatario, pasando por lo crítico, y terminando en su propia forma de contar lo sentimental e incluso lo sexual. Vicarious por ejemplo, es la descripción cruda y sin censura del morbo del ser humano, algo que desde la distancia los mass media alimentan, que el común de la gente niega llevar dentro de sí, pero que de manera desafiante podría decirse, un intérprete llama a aceptar. Disculparán mi franqueza, pero es a esto (igual que al resto de su producción), lo que yo llamo: “música con pelotas”, algo que según mi apreciación puramente sesgada y personal requiere de mucho más, pues de pseudo poetas que plasman sus amores por todo cuanto existe está plagado el mercado.

Sé que corro el riesgo de ser linchada por una turba enardecida al no gustar de cierto tipo de música, pero de ninguna manera pretendo inducir a nadie a la religión “Tooliana” ni mucho menos. Digamos que todo parte de experiencias personales que por ésa época hicieron que me sintiera identificada con cierto tipo de música, pero antes que nada y abriendo un poco más el espectro, no me dejarán mentir al decir que en general, independientemente del género, entre lo que no es tan comercial/tan conocido/tan “quemado”, uno se puede estar encontrando cosas bastante interesantes, cosas que por medio de la radio, las grandes cadenas musicales, etc., muy probablemente no llegaría a escuchar. Algo así me sucedió con Tool, se fue convirtiendo en una de mis herramientas para acostumbrarme a buscar por mi cuenta.
Y sí, mi apreciación nace del seguidor completamente aficionado y hasta algo testarudo si se quiere. No obstante, es común que en una conversación con cualquier persona que guste del género rock en general, haya un reconocimiento de Tool como una de las bandas más interesantes de escuchar. De ahí que sea de las pocas a las que no sólo yo, sino varios seguidores del género, le alabamos el gusto de hacer canciones, no jingles; acordes que lejos de cansar el oído por su duración, lo van haciendo cada vez más “adicto”.

Ya para no hablar más “carreta” y sin más preámbulo les dejo la razón número uno por la cual me convertí miembro vitalicio de la religión “Tooliana”.

http://www.youtube.com/watch?v=5QpyjJkzr_E

1 comentario:

  1. No pudiste haber escogido mejores palabras para describir el sentimiento del fanático de Tool.Me pasó algo muy parecido, pero la canción que despertó mi afición por la banda fue "Euology" , un riff contundente, sin otra pretensión que contar una historia sencilla, pero que me atrapó desde que lo escuché. Excelente entrada!
    @thecoffee_man

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